jueves, 10 de junio de 2010

El Jazz del Caribe

El uso en la música de estilos y tendencias culturalmente ajenas aunado a la permisividad de protagonismo para el intérprete y los diversos solistas, son características intrínsecas del jazz. Así podríamos llamar jazzistas de la era prejazz a Rimsky Korsakov, a Verdi, a Brahms, y otros grandes que cruzaron culturas y fueron punta de lanza de las nuevas aventuras musicales, antes de que se estrenara el término.

Exponentes del jazz de estatura enorme pueden encontrarse en América en el jarocho Agustín Lara, de México, con su chotis Madrid y en su Granada, aunque nunca había visitado España, en la Suite Andalucía de Ernesto Lecuona, de Cuba, y en la naciente música antillana de todas las naciones del ayer moderno, por autores musicales que fueron capaces de producir ritmos autóctonos de la diversidad musical regional y antillana, y de sus raíces étnicas. El bolero, la criolla, la guaracha, el danzón, el merengue y el son, los autentica en su dimensión de revolucionarios del jazz. Pero el jazz no ceja. En su construcción, interpretación y seguidores siempre se encuentra lo mejor de la música.

Talvez lo mejor que le ha pasado al jazz fueron los Beatles pues de ellos sale el nuevo jazz, primero uno que inspiró arreglos de la música clásica para ritmos populares, que hizo interesante la música digital y, segundo, porque consiguió que los mejores estudiantes de música vieran que el mundo tenía solo dos etapas musicales divididas por los Beatles, quienes coaligaron tendencias, rítmia, ideología y cultura con la música, produciendo fusiones de ritmos, estilos, poemas, armonías, canciones y danzas.

Personalmente llamo a la nueva generación del jazz caribeño, los Simbióticos, porque, en adición a ser, en su gran mayoría, exitosos profesionales de la música, bien formados académicamente, son también exponentes brillantes del concepto de fusión musical.

Pero mucho más que eso son constructores de una nueva música universal que anda todas las naciones del mundo como nativa, tan nativa como la folklórica, en simbiosis intelectual, histórica, geográfica, lingüística, poética, rítmica y musical.

Podría mencionar nombres extra americanos, aunque no es necesario. La música de hoy, inspirada por los Beatles, es universal, folklórica de todas partes, admirada por todos como música del pueblo. Es escuchada cada día en las armonías, los ritmos, las fusiones, las canciones y los amores nacionales.
Es música de Juan Luis Guerra, de Carlos Vives, de la Nueva Trova Cubana, Chichí Peralta, Stevie Wonder. Es del amor que expropia el arte y consigue expresarse por medio del mejor arte, el que contiene la esencia de todos, grafía universal, sonido mundial, imágenes de etnias y del mundo, en sinfonía de hermandad y solidaridad.

Marcos R. Taveras es Consultor Privado
marataveras@hotmail.es
1-809-669-7130

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