jueves, 10 de junio de 2010

Auditoría al Desayuno Escolar

El editorial de El Caribe de hoy, 26 de mayo, titulado “Que se aclare,” se refiere a la necesidad de que, ante la sospecha de que estén envueltas manos criminales contaminando alimentos y provocando la intoxicación de estudiantes que consumen el desayuno escolar, pide a los organismos de inteligencia encargados por la Educación para dilucidarla, la identificación de los responsables de esa acción criminal y su sometimiento a la justicia. Es una posición objetiva del medio que debería resolver el problema.
El problema, sin embargo, es recurrente, y se hace obvio que los esquemas de soluciones implantados no han sido capaces de resolverlo.
Visité hace alrededor de un año la planta de procesamiento del principal suplidor de envasados del desayuno escolar en compañía de un articulista crítico de la calidad del procesamiento de los envasados y un especialista en procesamiento de lácteos que en Puerto Rico fue gerente de producción de dos plantas procesadoras y en la RD tuvo el mismo cargo en Leche Fresca y en Pasteurizadora Rica. Yo mismo he laborado en Leche Fresca y en el Grupo Rica.
Tanto Rica como el principal suplidor mencionado tienen instalaciones capaces de atender el suministro a que se comprometan sus administraciones con productos de indiscutible calidad sanitaria. Sin embargo, no es el suministro a almacenes de los alimentos usados en el desayuno escolar todo cuanto cuenta. Hay otros factores que se necesita evaluar en todo el proceso desde la importación, transporte y conservación de la calidad de las materias primas, el mantenimiento de la sanitación de maquinarias, procesos, envases, operadores, la manipulación y destino de los lotes rechazados, y la entrega a la Secretaría, pasando por las operaciones de conservación de éste y los demás suministros en la Secretaría, hasta su almacenamiento y manipulación en los recintos escolares para entregar una ración del desayuno al alumno.
En cualquier punto del proceso puede cometerse una pifia que contamine el producto sin que medie necesariamente la intención de dañar. Pero el sabotaje, la manipulación de los productos para que haga daño, es también factible, especialmente si los procedimientos de manejo y preparación de las raciones alimenticias son vulnerables.
Una investigación que tenga por objeto encontrar manos criminales nace chueca y mal intencionada, al considerar válida una hipótesis que podría estar errada. Primero se requiere realizar una investigación del tipo ISO9000 que examine el seguimiento de todos los procesos para determinar violaciones a los instrumentos administrativos y técnicos. Los resultados de ésta podrían señalar la dirección hacia donde debe centrarse la investigación de causas.
Por políticamente beneficioso que sea anunciar una investigación sobre este tema, mucho más beneficioso sería resolver de una vez y para siempre el problema, junto con el dolor de ver niños recuperándose en un centro de salud o siendo llevados al cementerio a resultas de haber ingerido raciones del desayuno escolar sin la debida garantía sanitaria.

Marcos R. Taveras es consultor empresarial
marataveras@gmail.com

No hay comentarios: