jueves, 10 de junio de 2010

Arizona a la Carga

Usada originalmente por la Tribu Papago--ahora denominada Tohono O´odham--como fuente de agua y sus rocas como pigmento, nombraron al lugar Tinaja de Mui Vavia (cisterna de mucha agua) y llamaban O´oho al rojo con que pintaban sus cuerpos. Fue renombrada Ajo por los españoles conquistadores influenciados por la gran cantidad de la petiveria alliacea, el arbusto anamú (ajo cimarrón) que encontraron allí, y su similitud con el nombre Papago del color del mineral de cobre que usaban como pigmento, el cual a su vez talvez proviene de la palabra española rojo.
Su gran riqueza acuífera y cuprífera estimuló a indígenas, españoles y mexicanos a explotar una comarca siempre con disponibilidad del preciado líquido. Los españoles iniciaron la explotación minera pero tuvieron que abandonarla ante la belicosidad de los Papago del entorno que no quedaron conformes con que su pigmento sagrado fuera extirpado del vientre de la madre tierra y enviado a otro lugar. Así quedan los papagos de nuevo con el control de Ajo.
Todavía en vigencia su intervención en México, como parte de su política de Destino Manifiesto, los Estados Unidos promovían la prospección minera en territorio mexicano a través de la búsqueda de las antiguas minas españolas abandonadas. Así, Tom Childs, blanco norteamericano unido a una papago con quien tuvo 13 vástagos, “descubre,” en Ajo, un año antes de firmarse el acuerdo de Guadalupe Hidalgo, la mina a cielo abierto abandonada, en la cual encontró herramientas, utensilios, e implementos para la extracción y el transporte del mineral, así como para las comodidades de la gente.
La Phelps Dodge la actual empresa propietaria cerró temporalmente su mina de Ajo en 1987 arguyendo razones de falta de eficiencia y competitividad, y desde entonces han arreciado los problemas económicos del municipio, y de la minería ha pasado a ser principal fuente de ingresos de la comunidad el comercio y la inmigración de pensionados. Es obvio que la situación amerita la toma de decisiones para devolver la lozanía económica perdida. Pero no deben estar esas medidas encaminadas a la venganza contra quienes prefieren votar por la organización política adversaria, además de que la decisión afecta directamente a una pequeña casi insignificante comunidad, aunque en verdad nos afecta a todos aunque ni siquiera residamos en Norteamérica.
Las instituciones educativas de Ajo pertenecen todas al Distrito Escolar Unificado, e incluyen un jardín infantil, una escuela primaria, una escuela intermedia, una escuela secundaria y un colegio comunitario, con una población estudiantil bastante baja por cuanto la población total del municipio es de apenas unos 5,000 habitantes. Para las escuelas, la responsabilidad de la administración de la Ley Antiinmigrantes recae sobre el Departamento de Educación del Estado de Arizona.
El titular del Departamento de Educación, Tom Home, precandidato a Secretario de Justicia del Estado de Arizona, ordenó la realización de una auditoria al Distrito Escolar de Ajo, durante la cual se encontró que había irregularidades. Esas irregularidades consisten en haberse supuestamente usado dineros provenientes de los fondos estatales para educar no residentes en Ajo, destino financiero no comprendido por su interpretación de la ley de apropiaciones del gasto público.
Estas son las palabras de Tom Home: “El asunto aquí no es ciudadanía o documentación, sino residencia. En este caso, 105 estudiantes aseguraron que residían en Arizona, cuando de hecho residían en México… (también)… explicó que los niños mexicanos cruzan la frontera cada día y toman autobuses para asistir a las escuelas públicas en Ajo, donde son educados a cargo de los contribuyentes de Arizona.”
Por esa aparente violación, la Gobernadora de Arizona, Jan Brewer firmó una ley que requiere del Distrito Escolar de Ajo la devolución de US 1.2 millones gastados ilegalmente para entregar educación gratuita a niños mexicanos. Además, la ley, (1) limita el contenido de los cursos de oferta como diversidad cultural, (2) compele el diseño de cursos para enseñar valores como individuos y prohíbe enseñar resentimiento y odio hacia otras razas o personas, (3) prohíbe cualquier curso que promueva el resentimiento hacia el gobierno norteamericano y (4) prohíbe el diseño particular de cursos para un solo grupo étnico.
Parece que la cúpula gobernante del Estado de Arizona se encuentra en estos momento dando los primeros pasos para abrazar una doctrina de supremacía étnica, mediante la emisión de leyes cuyo aparente propósito, además de causarle problemas al gobierno federal, es chequear la voluntad del sistema judicial federal para mantener las conquistas respecto de los derechos ciudadanos y determinar la efectividad de los administradores de la justicia en parar desde el inicio la ejecución de estas piezas legislativas obviamente movidas por sentimientos de exclusión.
Nos enfrentamos en este momento a un proceso similar en el propósito al golpe de Estado de la ultra derecha de Honduras, al que se opuso prácticamente todo el mundo, las organizaciones y las naciones, pero nada se logró. Todo lo perdido se mantiene perdido.
Para con Arizona ha habido declaraciones, huelgas, promoción de medidas que afectan la economía de los residentes, el comercio, el turismo y las instituciones de Arizona.
Entretanto, vale decir que tenemos la obligación de hacer conciencia sobre la importancia que para los ciudadanos del Planeta Tierra tiene evitar que se produzcan sucesos que abran las heridas del enfrentamiento étnico.
Específicamente en los Estados Unidos, si no se cortan de raíz las alas de estos extremistas podríamos estar siendo testigos del inicio de la segunda guerra civil.

Marcos R. Taveras es consultor empresarial
marataveras@gmail.com

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