Ahora en las navidades vuelan recuerdos a la adolescencia, el paso desde la pubertad hasta la adultez, en una dulce transición llena de romanticismo y compromisos entre amigos fraternos.
Afloran mentores como Gelexio Moya, imposible tener mejor maestro, desaparecido; Manuel Acevedo Serrano, rectísimo, insuperable y preocupado didacta y guía, que conseguía compromiso de padres y alumnos con horario de 7:30 a.m. a 9:00 p.m. excepto sábados, día de deportes; don Fello Martínez, doña Mitila Grullón, don Mario Fernández, doña Ada y doña Elsa Espínola, don Óscar Contreras Marrón… Era estadio de música y canto, poesía, teatro, pero principalmente de sueños sublimes y de resoluciones nacidas de percepciones sobre la injusticia social y la falta de compromiso con la nación, la provincia, el lar nativo y el hogar.
Recuerdo un día, sentados en los bancos bajo el tamarindo frente a la catedral, José Antonio, César Arturo, Quico y su hermano Falo, y quien esto escribe, nos sensibilizamos sobre dos temas: los hombres de sociedad que parecían machos supervivientes del Califato de Córdoba, y la pérdida de jóvenes valiosos de la Concepción, quienes al hacerse profesionales se establecían en la capital o en el extranjero.
Nuestro doble compromiso, con adhesiones, fue: (1) al final de estudios retornar a La Vega para hacerla metrópoli y (2) ser fieles a nuestras consortes, para mejor integrar la familia y la sociedad.
Algunos han cumplido. Otros, como yo, no hemos podido. Me queda sí el sonido de la música, los poemas, el teatro ya inexistente, la esperanza de volver, las patronales, las serenatas de Navidad, la Allways Friends y Arnold McKenzie, el gran guía integrador.
El amor a una tierra que aunque no me vio nacer ha sido estandarte de mi vida. Por eso convivo en mis sueños con el San Julián, Bayacanes, Bella Vista, los 14, 15 y 16 de agosto, la Estatua, la Estación, Villa Carolina, Nápoles, el Casino Central, el Country Club.
Maritza, Luisa Herminia, Estelita, Antonia Rosa, Rosa Estela, Dorita, Gilda, Aldo José, los Rafaelito, VicRá, Bolívar, Marino y Salvador. Con los hermanos Suro, las hermanas Villa, Federico García Godoy, José Horacio Rodríguez, Hipólito, Chachito Rodríguez, Manuel de Jesús Viñas, Matilí, Rodrigote, los Cosme, Faustico Sicard, doña Lila, Julio Espaillat, Jaime, Arturito y Rubén, Ramón González Hardy, Juan Espaillat, Chucho Torres, Pedro Rivera, los Espinal pelones, los Matos y los Despradel.
Al igual que con el Rívoli, el Progresista, el Royal Palace, el Win Sang Long, Mi Barrita, Acapulco, y una tradición de trabajo, decencia, integridad y triunfos de un pueblo grande.
Marcos R Taveras es consultor privado
marataveras@gmail.com
jueves, 10 de junio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario